Ficha, Natharael Warldorf
2 participantes
Página 1 de 1.
Ficha, Natharael Warldorf
Dakox Lun Ene 11, 2010 1:34 am
-I-
Información administrativa
Nombre de Habbo: Dakox
Nombre de Personaje: Natharael Warldorf
Clan: Tzimisce
Sire: Alice Stein (-terremotita-)
-II-
Información relevante
Descripción física: Contextura musculosa y atlética, razgos finos europeos, larga cabellera negra, téz blanco pálido, ojos blancos y penetrantes, fríos como la brisa de invierno.Información administrativa
Nombre de Habbo: Dakox
Nombre de Personaje: Natharael Warldorf
Clan: Tzimisce
Sire: Alice Stein (-terremotita-)
-II-
Información relevante
Descripción psicológica: Distante, al parecer no demuestra afecto a nada, ni nadie, maliciosa y manipuladora.
Pertenencias: Distintas ropas, casa pequeña en el norte de la ciudad, navaja antigua de bolsillo.
- Historia -
Y declaro este niño bendecido por la claridad de Dios, el cual siempre estará en su camino y le iluminará de todo pecado, Natharael vivirá seguro del pecado y de la tentación, en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, Amén.
Así comienza mi vida, repetidos jadeos, adoloridos gritos, sangrienta cama y el niño envuelto en sangre, gritando y llorando, todos felices, por el momento. Mi madre murió en el parto, se ató un cabo suelto, eso hizo que mis hermanos me odiaran.. Desde que nací soy un asesino.
Desde pequeño, crecí con su odio, su mal trato y su arrogancia, al igual que mi padre. Mi padre era el dueño de la herrería y más importantes de la ciudad, político importante y noble, dueño de distintas mansiones. Vivíamos en un gran lujo, rodeados de oro, telas de terciopelo, joyas, y un sinfín de cosas, éramos una de las familias más importantes de aquella época, la envidia de el pueblo en general era común, ya me había acostumbrado a ello, el odio de la gente por mi suerte y el odio de mis hermanos por lo que era. Solía tomar clases de manejo de espadas junto a mis hermanos, mi padre contrató a un guerrero que nos enseño diferentes tipos de manejo con la espada, y sus variaciones dependiendo del arma, tomé las clases más enserio que mis hermanos ya que era mi pasatiempo, el suyo era dormir con el calor de una bella dama, al parecer todos sacamos eso de mi padre, su encanto con las damas nos hacía admirarlo, recuerdo el nombre del entrenador, se llamaba John Këtelvach y se convirtió en un padre para mí.
Mi padre hablaba de mi madre y la describía como una mujer especial, con un encanto maravilloso y también unos impactantes ojos verdes, siempre repetía que hablaban por sí solos, una mirada valía mil palabras, y mil palabras ante una mirada.. ni un centavo. A veces tenía la sensación de que esos claros ojos verdes me observaban, desde un lugar distante.
Hubo una noche, la recuerdo bien.. han pasado muchos años e incontables días desde que ocurrió, a mi temprana edad de 24, iba caminando por uno de los pasillos de la mansión, cuando escuché claramente.. voces
“ No es asi, te equivocas hermano, el debe morir, es un asesino y un traidor
- Sé lo que es, no intentes hacerte el inteligente conmigo, *Sonido de sus pies al levantarse de estár agachado
- ¿Entonces?.. ¿Qué piensas hacer hermano?.
- Ya matamos a mi padre.. solo necesitamos matarle a él, y decir que el asesinó a mi padre e intentó matarnos a ambos”
Y así empezó todo, al escuchar tales palabras y observar en el borde de la puerta, ví a mi hermano mayor con las manos y el pecho empapados en sangre, atrás el cobarde con el puñal en la mano, y mi padre muerto en el suelo con dos apuñaladas, una en el pecho y la otra en la espalda. No necesité mucho tiempo para descubrir que mi padre había sido apuñalado por la espalda primero y luego por el frente, debía actuar rápido de modo que me acerqué a un cuchillo decorativo, pegado a la pared y lo desclavé con furia, obviamente mis hermanos me escucharon, así que salió uno..
¡Hermano.. tiempo sin verte! – Decía el cobarde con sus manos en la espalda
-Sí.. tiempo sin verte, hermano
¿Qué haces ahí?.. ven y dale un abrazo a tu hermano – Entonces me acerqué tranquilamente hacia el, de forma sigilosa y al estar a cierta distancia, mi otro hermano salió del cuarto, con distinta ropa, le miré, y me miró, en ese instante apuñalé al menor y el otro se lanzo encima de mi, me dio varios puñetazos mientras gritaba con furia
“¡ASESINO, ASESINO, SUFRIRÁS LO QUE LE HICISTE SUFRIR A MI MADRE, A MI BELLA MADRE, BASTARDO, VOY A MATARTE POR HABER MATADO A MI HERMANO Y A MI MADRE!”
En ese instante, mi hermano se desató en lágrimas y fue deteniéndose, hasta quedar llorando en mi hombro, acerqué mis labios a sus oídos y le susurré
“Tu envidia y tu soberbia te han convertido en un hombre cuyo único valor en la vida es el dinero, eres un traidor, me avergüenzo de ti, mi padre se avergüenza de ti, y mereces tener el peso del castigo cayendo en tus hombros, pero yo te castigaré de una manera la cual no olvidarás ni después de morir, por tirano, por traidor”
Le empujé hacia atrás y le golpeé con fuerza y con tristeza, lo llevé hacia el cuarto donde estaba mi padre a puñetazos y lo dejé caer en la mesa. Estando el adolorido, desclavé el cuchillo del pecho de el difunto hermano, y me acerqué al otro, lo que hice después fue indescriptible, desgarré su piel, y también su dignidad, cortes y cortes en todo su cuerpo, hasta deformarlo a un punto que no había entendido, en el proceso mi corazón fue cambiando, aunque me doliera, estaba disfrutando hacerle lo que le hacía, cada centímetro de mi piel se estremecía cuando hacía contacto con las salpicaduras de sangre caliente el calor del sufrimiento, el calor de los gritos y los gemidos, todo el odio que me tuvieron les fue en contra, me convertí en un monstruo, en un demonio.
Pasó el tiempo, vivía en la soledad de un mundo sin objetivos, y una tarde, me dí cuenta de que no tenía nada, avancé en una cálida calle, húmeda por la lluvia que goteaba miles de gotas ante mí, Mi madre lloraba, lloraba por mí, soy un demonio.. no tengo nada más que hacer que vengarme, vengarme de la traición, y alimentar mi corazón y mi alma de hipocresía, sarcasmo, placer y mentiras. Ya mi sufrimiento, por convertirme, había pasado, ya era una monstruosa persona, enmascarada en una falsa capa de caballerosidad y apariencia y dispuesta a asesinar. Aunque con el tiempo, perdí el motivo por el cual lo hacía, solo lo disfrutaba, me hacía sentir en familia.
”¡Sean bienvenidos al baile de Máscaras del joven Natharael, los más privilegiados podrán entrar! ¡Entren, entren, mujeres y hombres, niños y niñas, disfruten del festín y de la elegante música!”
Gran y elegante farsa, el único que disfrutaría del festín era yo, disfrutando de los jóvenes cuerpos de las damas, como había hecho varios años, y luego de eso, abrirlos hasta cambiar su forma. Linda noche, bailes y máscaras, solo hacía todo más entretenido, notaba como hermosas mujeres hablaban conmigo, disfrutando de mi hospitalidad mientras bebían un delicioso ponche, mientras hablaba con ellas noté un frío aire caminar por mi espalda, mi piel se estremeció al mirarlos, sí, esos ojos verdes, como los cuentos de hadas, fantasiosos, eran tan hermosos como los que describía mi padre.
Enseguida sentí gran atracción por esa mujer, y sin embargo sentía cierto miedo de ella. Habían susurros en mi cabeza, susurros que me incitaban a matarla, que me llevaban hacia ella, me sentí hipnotizado, la deseaba. Me acerqué a esa extraña mujer, esos hermosos ojos, hablaban por sí solos.. no necesitaba decir una palabra, envolví mi brazo con el suyo y caminé con ella, nunca intercambié más que una mirada en ese largo pasillo que atravesamos, la multitud se escuchaba en cierta lejanía, subimos unas escaleras y me acerqué a una puerta, posé mi mano sobre ella y dejé que el viento hiciera el resto, caminamos adentro, y una vez hecho solté su brazo con una leve caricia. Llevé mi mano nuevamente a la puerta y la dejé llevar hacia atrás, me di media vuelta y observe a esa mujer, que al parecer, me entendía a la perfección, me acerqué a ella con tranquilidad y posé mis cálidas manos en el antifaz, las moví hacia arriba, retirándoselo y dejándome ver su rostro, bajé mis brazos de forma tranquila, y me permití el atrevimiento de posar mis manos sobre su cintura y acerqué su cuerpo contra el mío, noté su tranquilidad al yo hacerlo, y deje mi mirada caer sobre sus labios carmesís, mientras me acercaba tranquilamente hacia ellos y posé mis labios sobre los suyos en un cálido beso, movía mis labios acariciando los suyos con la misma suavidad y lentitud, mientras deslizaba mi mano en su espalda en una leve caricia, trasladé mis manos rozando la piel en sus brazos hasta alcanzar sus manos, las moví alrededor de mí y fui avanzando hacia adelante hasta que su cuerpo hace contacto con la pared, y llevo mis manos hacia adelante retirando el corsé de su vestido, empiezo a acariciar sus labios con mas interés y subo mis manos hasta sus hombros, cuando bajo mis manos intentando retirar el vestido se resiste, al notarlo separé mis labios de sus labios y la miré a los ojos, alejándome un poco y me acerqué aún más.
Ya la desesperación empezaba a dominarme, e intente bajar su vestido una segunda vez y no me lo permitió, en ese instante cojí sus muñecas y las pegué en contra de la pared dejándola a mi merced.. pero ella acercó sus labios hacia mi cuello y los abrió a paso lento, quedé inmutado al sentir el cálido aire salir de su boca. Un leve dolor en mi cuello, placentero, el frío aire acariciaba mi espalda, y mis pelos se ponían de punta al sentirlo, abri mi boca y dejé el aire salir por la sensación, mientras tanto, sentía como la vida se me iva y la vista se oscurecía.. caí al suelo y cerré mis ojos, y a la vez sentí un dulce sabor caer en mis labios mientras la vida se me iva..
al abrir los ojos lo primero que senti fue una sed increible, y estaba en... las escaleras. Ahi volvi a perderme. Los gritos de dolor y terror aun resuenan en mi, los golpes de las salidas bloqueadas, los llantos, las salpicaduras de sangre... Desperté por completo humedo de sangre ajena, contemplando una gran sala llena de visceras y cuerpos ensangrentados y desmembrados, habia acabado con todas
las damas y algunos hombres de la fiesta. Alice me observaba desde el segundo piso, con una sonrisa que ahi si alcanzaba a ver...
Todo lo que sé me lo ha enseñado ella, y es lo único que tengo.
Y declaro este niño bendecido por la claridad de Dios, el cual siempre estará en su camino y le iluminará de todo pecado, Natharael vivirá seguro del pecado y de la tentación, en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, Amén.
Así comienza mi vida, repetidos jadeos, adoloridos gritos, sangrienta cama y el niño envuelto en sangre, gritando y llorando, todos felices, por el momento. Mi madre murió en el parto, se ató un cabo suelto, eso hizo que mis hermanos me odiaran.. Desde que nací soy un asesino.
Desde pequeño, crecí con su odio, su mal trato y su arrogancia, al igual que mi padre. Mi padre era el dueño de la herrería y más importantes de la ciudad, político importante y noble, dueño de distintas mansiones. Vivíamos en un gran lujo, rodeados de oro, telas de terciopelo, joyas, y un sinfín de cosas, éramos una de las familias más importantes de aquella época, la envidia de el pueblo en general era común, ya me había acostumbrado a ello, el odio de la gente por mi suerte y el odio de mis hermanos por lo que era. Solía tomar clases de manejo de espadas junto a mis hermanos, mi padre contrató a un guerrero que nos enseño diferentes tipos de manejo con la espada, y sus variaciones dependiendo del arma, tomé las clases más enserio que mis hermanos ya que era mi pasatiempo, el suyo era dormir con el calor de una bella dama, al parecer todos sacamos eso de mi padre, su encanto con las damas nos hacía admirarlo, recuerdo el nombre del entrenador, se llamaba John Këtelvach y se convirtió en un padre para mí.
Mi padre hablaba de mi madre y la describía como una mujer especial, con un encanto maravilloso y también unos impactantes ojos verdes, siempre repetía que hablaban por sí solos, una mirada valía mil palabras, y mil palabras ante una mirada.. ni un centavo. A veces tenía la sensación de que esos claros ojos verdes me observaban, desde un lugar distante.
Hubo una noche, la recuerdo bien.. han pasado muchos años e incontables días desde que ocurrió, a mi temprana edad de 24, iba caminando por uno de los pasillos de la mansión, cuando escuché claramente.. voces
“ No es asi, te equivocas hermano, el debe morir, es un asesino y un traidor
- Sé lo que es, no intentes hacerte el inteligente conmigo, *Sonido de sus pies al levantarse de estár agachado
- ¿Entonces?.. ¿Qué piensas hacer hermano?.
- Ya matamos a mi padre.. solo necesitamos matarle a él, y decir que el asesinó a mi padre e intentó matarnos a ambos”
Y así empezó todo, al escuchar tales palabras y observar en el borde de la puerta, ví a mi hermano mayor con las manos y el pecho empapados en sangre, atrás el cobarde con el puñal en la mano, y mi padre muerto en el suelo con dos apuñaladas, una en el pecho y la otra en la espalda. No necesité mucho tiempo para descubrir que mi padre había sido apuñalado por la espalda primero y luego por el frente, debía actuar rápido de modo que me acerqué a un cuchillo decorativo, pegado a la pared y lo desclavé con furia, obviamente mis hermanos me escucharon, así que salió uno..
¡Hermano.. tiempo sin verte! – Decía el cobarde con sus manos en la espalda
-Sí.. tiempo sin verte, hermano
¿Qué haces ahí?.. ven y dale un abrazo a tu hermano – Entonces me acerqué tranquilamente hacia el, de forma sigilosa y al estar a cierta distancia, mi otro hermano salió del cuarto, con distinta ropa, le miré, y me miró, en ese instante apuñalé al menor y el otro se lanzo encima de mi, me dio varios puñetazos mientras gritaba con furia
“¡ASESINO, ASESINO, SUFRIRÁS LO QUE LE HICISTE SUFRIR A MI MADRE, A MI BELLA MADRE, BASTARDO, VOY A MATARTE POR HABER MATADO A MI HERMANO Y A MI MADRE!”
En ese instante, mi hermano se desató en lágrimas y fue deteniéndose, hasta quedar llorando en mi hombro, acerqué mis labios a sus oídos y le susurré
“Tu envidia y tu soberbia te han convertido en un hombre cuyo único valor en la vida es el dinero, eres un traidor, me avergüenzo de ti, mi padre se avergüenza de ti, y mereces tener el peso del castigo cayendo en tus hombros, pero yo te castigaré de una manera la cual no olvidarás ni después de morir, por tirano, por traidor”
Le empujé hacia atrás y le golpeé con fuerza y con tristeza, lo llevé hacia el cuarto donde estaba mi padre a puñetazos y lo dejé caer en la mesa. Estando el adolorido, desclavé el cuchillo del pecho de el difunto hermano, y me acerqué al otro, lo que hice después fue indescriptible, desgarré su piel, y también su dignidad, cortes y cortes en todo su cuerpo, hasta deformarlo a un punto que no había entendido, en el proceso mi corazón fue cambiando, aunque me doliera, estaba disfrutando hacerle lo que le hacía, cada centímetro de mi piel se estremecía cuando hacía contacto con las salpicaduras de sangre caliente el calor del sufrimiento, el calor de los gritos y los gemidos, todo el odio que me tuvieron les fue en contra, me convertí en un monstruo, en un demonio.
Pasó el tiempo, vivía en la soledad de un mundo sin objetivos, y una tarde, me dí cuenta de que no tenía nada, avancé en una cálida calle, húmeda por la lluvia que goteaba miles de gotas ante mí, Mi madre lloraba, lloraba por mí, soy un demonio.. no tengo nada más que hacer que vengarme, vengarme de la traición, y alimentar mi corazón y mi alma de hipocresía, sarcasmo, placer y mentiras. Ya mi sufrimiento, por convertirme, había pasado, ya era una monstruosa persona, enmascarada en una falsa capa de caballerosidad y apariencia y dispuesta a asesinar. Aunque con el tiempo, perdí el motivo por el cual lo hacía, solo lo disfrutaba, me hacía sentir en familia.
”¡Sean bienvenidos al baile de Máscaras del joven Natharael, los más privilegiados podrán entrar! ¡Entren, entren, mujeres y hombres, niños y niñas, disfruten del festín y de la elegante música!”
Gran y elegante farsa, el único que disfrutaría del festín era yo, disfrutando de los jóvenes cuerpos de las damas, como había hecho varios años, y luego de eso, abrirlos hasta cambiar su forma. Linda noche, bailes y máscaras, solo hacía todo más entretenido, notaba como hermosas mujeres hablaban conmigo, disfrutando de mi hospitalidad mientras bebían un delicioso ponche, mientras hablaba con ellas noté un frío aire caminar por mi espalda, mi piel se estremeció al mirarlos, sí, esos ojos verdes, como los cuentos de hadas, fantasiosos, eran tan hermosos como los que describía mi padre.
Enseguida sentí gran atracción por esa mujer, y sin embargo sentía cierto miedo de ella. Habían susurros en mi cabeza, susurros que me incitaban a matarla, que me llevaban hacia ella, me sentí hipnotizado, la deseaba. Me acerqué a esa extraña mujer, esos hermosos ojos, hablaban por sí solos.. no necesitaba decir una palabra, envolví mi brazo con el suyo y caminé con ella, nunca intercambié más que una mirada en ese largo pasillo que atravesamos, la multitud se escuchaba en cierta lejanía, subimos unas escaleras y me acerqué a una puerta, posé mi mano sobre ella y dejé que el viento hiciera el resto, caminamos adentro, y una vez hecho solté su brazo con una leve caricia. Llevé mi mano nuevamente a la puerta y la dejé llevar hacia atrás, me di media vuelta y observe a esa mujer, que al parecer, me entendía a la perfección, me acerqué a ella con tranquilidad y posé mis cálidas manos en el antifaz, las moví hacia arriba, retirándoselo y dejándome ver su rostro, bajé mis brazos de forma tranquila, y me permití el atrevimiento de posar mis manos sobre su cintura y acerqué su cuerpo contra el mío, noté su tranquilidad al yo hacerlo, y deje mi mirada caer sobre sus labios carmesís, mientras me acercaba tranquilamente hacia ellos y posé mis labios sobre los suyos en un cálido beso, movía mis labios acariciando los suyos con la misma suavidad y lentitud, mientras deslizaba mi mano en su espalda en una leve caricia, trasladé mis manos rozando la piel en sus brazos hasta alcanzar sus manos, las moví alrededor de mí y fui avanzando hacia adelante hasta que su cuerpo hace contacto con la pared, y llevo mis manos hacia adelante retirando el corsé de su vestido, empiezo a acariciar sus labios con mas interés y subo mis manos hasta sus hombros, cuando bajo mis manos intentando retirar el vestido se resiste, al notarlo separé mis labios de sus labios y la miré a los ojos, alejándome un poco y me acerqué aún más.
Ya la desesperación empezaba a dominarme, e intente bajar su vestido una segunda vez y no me lo permitió, en ese instante cojí sus muñecas y las pegué en contra de la pared dejándola a mi merced.. pero ella acercó sus labios hacia mi cuello y los abrió a paso lento, quedé inmutado al sentir el cálido aire salir de su boca. Un leve dolor en mi cuello, placentero, el frío aire acariciaba mi espalda, y mis pelos se ponían de punta al sentirlo, abri mi boca y dejé el aire salir por la sensación, mientras tanto, sentía como la vida se me iva y la vista se oscurecía.. caí al suelo y cerré mis ojos, y a la vez sentí un dulce sabor caer en mis labios mientras la vida se me iva..
al abrir los ojos lo primero que senti fue una sed increible, y estaba en... las escaleras. Ahi volvi a perderme. Los gritos de dolor y terror aun resuenan en mi, los golpes de las salidas bloqueadas, los llantos, las salpicaduras de sangre... Desperté por completo humedo de sangre ajena, contemplando una gran sala llena de visceras y cuerpos ensangrentados y desmembrados, habia acabado con todas
las damas y algunos hombres de la fiesta. Alice me observaba desde el segundo piso, con una sonrisa que ahi si alcanzaba a ver...
Todo lo que sé me lo ha enseñado ella, y es lo único que tengo.
Última edición por Dakox el Miér Ene 13, 2010 2:12 am, editado 3 veces
Dakox- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 07/01/2010
Mandy- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 03/01/2010
Temas similaresPágina 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.